En la actualidad, la reducción del consumo de energía primaria no renovable se ha convertido en una prioridad para muchas personas y empresas. El uso excesivo de combustibles fósiles y otras fuentes de energía no renovables está causando graves problemas ambientales, como el cambio climático y la contaminación del aire. Por esta razón, es importante adoptar medidas para reducir nuestro consumo de energía primaria no renovable y promover el uso de energías limpias y renovables. A continuación, se presentan algunas estrategias efectivas para lograr este objetivo.
Analiza tu consumo energético
El primer paso para reducir el consumo de energía primaria no renovable es analizar y medir tu consumo energético actual. Esto se puede hacer revisando las facturas de energía y utilizando herramientas de subcontaje para obtener datos más precisos. Al medir tu consumo energético, podrás identificar áreas de oportunidad para reducir el consumo y evaluar la efectividad de las medidas que tomes. Además, podrás comparar tu consumo con el estándar del sector y determinar si tu alojamiento es energéticamente eficiente.
Pregunta a tu proveedor de energía si te pueden ofrecer un panel desde donde medir y hacer un seguimiento de tu consumo energético. En caso de que no puedan, utiliza los datos que recopiles para comparar el comportamiento energético de tu alojamiento con el estándar del sector, así podrás ver si es eficiente en términos energéticos. Puedes usar la metodología gratis conocida como Hotel Carbon Measurement Initiative (HCMI), que calcula la huella de carbono de las noches alojadas y las reuniones en tu alojamiento. Comprueba que ajustas las mediciones en función de factores como el clima, de manera que realices una comparación precisa entre alojamientos que tienen diferentes instalaciones y están expuestos a diferentes patrones climáticos.
Cambia a una iluminación de ahorro energético
Una forma sencilla y efectiva de reducir el consumo de energía primaria no renovable es cambiar a una iluminación más eficiente. Las luces incandescentes y halógenas son las más utilizadas en hoteles y no son eficientes desde el punto de vista energético. Solo el 20% de la energía se convierte en luz, mientras que el 80% restante se pierde en forma de calor.
Al cambiar a una iluminación más eficiente, como luces fluorescentes compactas, lámparas de tubo fluorescente o diodos emisores de luz (LED), puedes reducir el uso de energía hasta en un 70%. Además de un menor consumo de energía, las luces fluorescentes compactas producen menos calor, lo que puede disminuir la demanda de aire acondicionado y reducir aún más el uso de energía. Por otro lado, los LED duran hasta tres veces más que las bombillas fluorescentes y son fáciles de reciclar.
*Algunas bombillas contienen material peligroso, como mercurio, por eso es importante reciclarlas en lugar de tirarlas a la basura general para que no acaben en vertederos.
Implementa controles vinculados a la ocupación
Una de las principales causas de desperdicio de energía en hoteles y otros establecimientos es el olvido de apagar las luces cuando no se están utilizando. Para solucionar este problema, se pueden implementar controles vinculados a la ocupación. Estos controles permiten que las luces se enciendan solo en las zonas que están ocupadas o en uso, lo que reduce significativamente el consumo de energía.
Existen diferentes tipos de controles vinculados a la ocupación que se pueden utilizar en diferentes escenarios. Los sistemas de tarjeta llave apagan el suministro eléctrico de una habitación cuando no está ocupada. Los temporizadores de luz permiten programar encendidos y apagados automáticos a horas preestablecidas. Los sensores de movimiento encienden las luces cuando detectan movimiento y las apagan después de un período de inactividad. Y los interruptores de fotocélula ajustan la intensidad de la luz en función de la luz natural disponible.
Adopta un sistema de gestión de temperatura inteligente
Otra forma efectiva de reducir el consumo de energía primaria no renovable es adoptar un sistema de gestión de temperatura inteligente. Ajustar la configuración del termostato unos pocos grados puede generar un gran ahorro energético. Bajar el termostato 1ºC en invierno puede reducir el consumo de calefacción en un 10%, mientras que un ahorro similar se puede lograr con el aire acondicionado en verano.
Para maximizar el ahorro de energía, se pueden integrar tecnologías de detección de movimiento y calor en un termostato de gestión de energía. Esto permite que la temperatura de una habitación se reduzca automáticamente cuando está vacía y se ajuste cuando está ocupada, lo que evita el desperdicio de energía.
Usa energía ecológica
Para reducir aún más el consumo de energía primaria no renovable, es importante utilizar fuentes de energía renovable. El uso de energía ecológica no solo reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también promueve la demanda de energía renovable en tu zona. Esto contribuye a la incorporación de nuevas fuentes de energía renovable en la red eléctrica y acelera la transición hacia un suministro de energía completamente renovable.
Al elegir fuentes de energía renovable, tener en cuenta ciertos aspectos para asegurarse de que son realmente sostenibles. Hay muchos proveedores de energía que afirman ofrecer energía limpia y renovable, pero no todos cumplen con estos criterios. Por lo tanto, es recomendable investigar y elegir proveedores confiables que cumplan con estándares ecológicos y contribuyan a un entorno libre de combustibles fósiles.
Reducir el consumo de energía primaria no renovable es esencial para combatir el cambio climático y promover un futuro sostenible. Al implementar estrategias como analizar el consumo energético, cambiar a una iluminación eficiente, implementar controles vinculados a la ocupación, adoptar un sistema de gestión de temperatura inteligente y usar energía ecológica, se puede lograr un ahorro significativo de energía y reducir la dependencia de fuentes no renovables. Además, estas medidas no solo benefician al medio ambiente, sino que también pueden generar ahorros económicos a largo plazo.