La energía reactiva es un término que se utiliza en el sector eléctrico para referirse a la energía que se produce en instalaciones eléctricas con maquinaria industrial, fluorescentes o edificios con ascensor, donde se necesita de un transformador o motor para el funcionamiento de determinados aparatos eléctricos. A diferencia de la energía activa, que es útil y se puede consumir, la energía reactiva no se puede utilizar y solo interfiere en el correcto funcionamiento de la instalación.
Cómo se calcula la energía reactiva
El cálculo de la energía reactiva se realiza a través del factor de potencia, que mide la cantidad de energía reactiva sobre la energía activa. Este factor determina el porcentaje de energía reactiva y la posible penalización económica que el cliente debe abonar por su exceso.
El factor de potencia es el ratio de energía activa respecto a la energía aparente, que es la suma de energía activa y reactiva. Cuanto menor sea el factor de potencia, mayor será el exceso de energía reactiva y, por ende, mayor será el importe a abonar como penalización económica.
Cuándo se paga por energía reactiva
La energía reactiva se cobra cuando se supera el límite establecido por la distribuidora eléctrica de la zona. Los puntos de suministro que generen energía reactiva deberán hacer frente a una penalización económica que se reflejará en la factura de luz.
Los límites de energía reactiva varían según la potencia contratada. Por ejemplo, los clientes con una potencia contratada de hasta 15 kW suelen no abonar penalizaciones económicas, ya que el porcentaje de energía reactiva es mínimo. Sin embargo, las empresas o negocios con una potencia superior a 15 kW deberán abonar una penalización económica si superan el límite del 33% de energía reactiva sobre energía activa.
Cómo se factura la energía reactiva
La energía reactiva se factura en cada recibo de luz, siempre y cuando supere la cantidad establecida por la distribuidora eléctrica. El importe a abonar por el exceso de energía reactiva aparece en el término de consumo de la factura.
Tener en cuenta que la energía reactiva no se factura en todos los periodos de las tarifas de acceso 0, 1 y X.
Cómo reducir la energía reactiva
Reducir la energía reactiva producida en un circuito eléctrico y evitar las penalizaciones económicas es posible a través de la instalación de baterías de condensadores. Estas baterías permiten reducir la demanda de energía reactiva y mejorar la calidad del suministro eléctrico.
Las baterías de condensadores se instalan en el cuadro general de la instalación eléctrica y pueden reducir la generación de energía reactiva hasta en un 100%. Además, su vida útil es de aproximadamente 10 años.
Es importante solicitar asesoramiento energético a un técnico especializado antes de instalar las baterías de condensadores, ya que se requiere una inversión inicial que posteriormente será rentable.
La energía reactiva se cobra cuando se supera el límite establecido por la distribuidora eléctrica. Es importante calcular y controlar la energía reactiva para evitar penalizaciones económicas en la factura de luz. La instalación de baterías de condensadores es una solución eficaz para reducir la energía reactiva y mejorar la eficiencia energética.