El placer sexual es una parte natural y saludable de la vida de las personas. Cada individuo tiene sus propias preferencias y deseos en cuanto al sexo, por lo que no hay una forma normal de experimentar el placer. Sin embargo, existen actividades sexuales comunes que muchas personas disfrutan, como la masturbación, el sexo oral, vaginal y anal, los besos, el roce corporal, el uso de juguetes sexuales, el sexting y la pornografía.
El sexo puede proporcionar muchos beneficios para la salud física y emocional. Durante el orgasmo, el cuerpo libera endorfinas, hormonas que bloquean el dolor y generan una sensación de bienestar. Además, el sexo puede mejorar la salud en general, promover un mejor sueño, aumentar la autoestima, mejorar el estado físico, reducir el estrés y la tensión, y potencialmente contribuir a una vida más larga.
La Frecuencia del Sexo
No existe una cantidad de sexo considerada normal, ya que todas las personas son diferentes. La frecuencia con la que una persona tiene sexo puede depender de diversos factores, como la presencia o ausencia de una pareja, circunstancias personales y el nivel de deseo sexual.
El deseo sexual varía de una persona a otra y puede cambiar debido a factores como el estrés, medicamentos y otros aspectos físicos, emocionales o relacionados con el estilo de vida. Algunas personas tienen un alto deseo sexual y prefieren tener relaciones sexuales todos los días o varias veces al día, mientras que otras pueden tener poco o ningún interés en el sexo. Aquellas personas que no sienten atracción sexual hacia nadie se identifican como asexuales.
Una Vida Sexual Sana y Responsable
Tener una vida sexual sana implica cuidarse a uno mismo, ya sea que se tenga una pareja o no. Esto implica practicar sexo seguro, hacerse pruebas regulares para detectar enfermedades de transmisión sexual, prevenir embarazos no deseados y consultar a profesionales de la salud en caso de tener problemas sexuales o cualquier otro problema de salud.
Además, tener una sexualidad sana y responsable implica sentirse bien con el propio cuerpo, disfrutar del sexo, estar cómodo/a con la orientación sexual y la identidad de género, y tener relaciones sanas. Esto implica comunicarse con la pareja sobre las preferencias y límites sexuales, y respetar los límites de la pareja.
Desde temprana edad, a las mujeres se les enseña que no deben explorar sus genitales y que su cuerpo es algo de lo que deben avergonzarse. Sin embargo, la liberación sexual de las mujeres ha promovido el autoconocimiento y el disfrute de una sexualidad informada y consciente. Aun así, la sexualidad femenina sigue siendo un tema tabú y existe mucha desinformación acerca de la anatomía femenina.
En La Cadera de Eva, creemos que el conocimiento del propio cuerpo es parte del autocuidado y el amor propio. Por eso, queremos brindarte algunos consejos básicos para que te animes a explorar y conocer tu vulva.
Rompiendo los Mitos de la Sexualidad Femenina
Desde una edad temprana, las mujeres aprenden muchos mitos relacionados con su sexualidad, como la virginidad, el himen o la sangre menstrual. Romper con estos estigmas puede ser un proceso difícil, pero informarse a través de fuentes feministas y de género puede ser de gran ayuda. En las redes sociales, puedes encontrar cuentas de sexólogas y ginecólogas feministas que desmantelan la desinformación en torno a la sexualidad femenina.
Es importante mirar nuestro cuerpo desde una perspectiva objetiva y libre de prejuicios para sentirnos más cómodas al explorarlo y conocer nuestra vulva.
Buscando Información sobre Anatomía
Aunque parezca básico, la realidad es que la anatomía de la vulva ha sido invisibilizada y estigmatizada. Para obtener información precisa, puedes recurrir al trabajo de educadoras sexuales en línea que hablan sobre las partes de la vulva y su funcionamiento.
Es posible que te sorprendas al descubrir partes de tu zona íntima que desconocías debido a la falta de información sobre el tema.
Relájate, Limpia tus Manos y Explora
Antes de comenzar la exploración, es importante que te sientas relajada. Realiza algunos ejercicios de respiración para tranquilizarte y asegúrate de tener las manos limpias. Es fundamental tener las uñas cortas y limpias para evitar cualquier infección o malestar.
Utiliza un espejo colocado bajo tu entrepierna para observar tu vulva. Puedes estar de pie o sentada frente a un espejo amplio que te permita ver el reflejo de tu vulva. Utiliza tus manos para explorar y familiarizarte con tu cuerpo, identificando las partes que previamente estudiaste. Si en algún momento sientes dolor, es mejor acudir a un especialista.
Explora tu Placer
Conocer y explorar nuestra vulva también nos permite descubrir el placer. La masturbación es una forma de autoconocimiento que nos ayuda a identificar qué estímulos nos resultan placenteros. No temas disfrutar de la masturbación, es parte del amor propio y el autocuidado.
El placer sexual es una parte natural y saludable de la vida de las personas. No existe una forma normal de experimentar el placer, ya que cada individuo tiene sus propias preferencias y deseos. Tener una vida sexual sana y responsable implica cuidarse a uno mismo, disfrutar del sexo, comunicarse con la pareja y respetar los límites de ambos. Además, conocer y explorar el propio cuerpo es parte del autocuidado y el amor propio. Romper con los mitos y la desinformación sobre la sexualidad femenina es fundamental para tener una relación saludable con nuestro cuerpo y disfrutar de una sexualidad informada y consciente.