El agua caliente sanitaria (ACS) es una necesidad esencial en cualquier hogar, representando aproximadamente el 25% del consumo energético de una vivienda. Para garantizar el confort y la calidad de vida, es necesario contar con una temperatura ideal de salida del agua caliente, que oscila entre los 37ºC y 42ºC. En este sentido, el uso de la energía térmica del sol se ha convertido en una alternativa altamente eficiente para el calentamiento del agua, complementando otros sistemas tradicionales como la biomasa, el gas, el fuel o la electricidad.
Además del beneficio económico que supone (más del 50% de las necesidades de ACS pueden ser cubiertas con energía solar térmica), existe un apoyo institucional cada vez mayor a este tipo de instalaciones. En países como España, por ejemplo, desde el año 2006 es obligatoria la instalación de sistemas solares térmicos para nuevas construcciones residenciales. Asimismo, se ofrecen apoyos y subvenciones por parte de Corporaciones Públicas y Ayuntamientos para fomentar el uso de esta tecnología.
Funcionamiento de una placa solar ACS
El aprovechamiento de la energía térmica del sol para el calentamiento del agua puede realizarse de diferentes formas:
- Aprovechamiento a alta temperatura.
- Instalaciones centralizadas para utilización a baja y media temperatura (ACS, calefacción, climatización de piscinas, etc).
En el caso de las instalaciones para ACS, existen diversas tipologías básicas:
Circulación natural simple
Este sistema se basa en la transmisión de calor por efecto termosifón. Para que la convección se produzca de manera efectiva, se requiere que el depósito acumulador se encuentre a una altura superior a los 60 cm sobre la superficie de captación. Esto implica construir altillos en los edificios, lo cual puede resultar incómodo o inviable en algunos casos. Además, las tuberías deben tener un calibre suficiente para evitar pérdidas de presión por rozamiento. Una de las principales desventajas de este sistema es que el agua de consumo es la que circula por el circuito, lo que implica riesgos de legionelosis, evaporación y obstrucción por cal y concentración de sales.
Circulación natural con intercambiador
En este caso, la circulación también es natural, pero se añade un intercambiador de calor al sistema. El depósito acumulador debe estar ubicado por encima de los captadores solares, a una altura de entre 0,6 y 3-4 metros. El circuito primario es abierto y puede contar con un vaso de expansión neumático para protegerlo de los cambios de volumen. Además, puede disponer de un mecanismo con resistencia de apoyo para garantizar un caudal constante a la temperatura deseada.
Esquema básico de una instalación de placa solar ACS
Una instalación típica de placa solar ACS consta de los siguientes elementos:
- Paneles solares térmicos: Son los encargados de captar la energía solar y convertirla en calor.
- Acumulador de agua caliente: Almacena el agua calentada por los paneles solares.
- Bomba de circulación: Se encarga de impulsar el agua caliente desde los paneles solares hacia el acumulador.
- Intercambiador de calor: Transfiere el calor captado por los paneles solares al agua del acumulador.
- Grupo de seguridad: Regula la presión y temperatura del agua en la instalación.
- Controlador: Gestiona el funcionamiento de la instalación y optimiza su rendimiento.
Una placa solar ACS es una opción altamente eficiente y sostenible para el calentamiento del agua en los hogares. Además de proporcionar un ahorro económico significativo, contribuye a reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables y a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. Con el apoyo de instituciones y ayudas públicas, cada vez más personas optan por esta tecnología para disfrutar de agua caliente de manera sostenible y confortable.
Consultas habituales sobre las placas solares ACS
¿Cuánto puedo ahorrar con una placa solar ACS?
El ahorro que se puede obtener con una placa solar ACS depende de varios factores, como el tamaño de la instalación, la ubicación geográfica y el consumo de agua caliente en el hogar. Sin embargo, en general, se estima que más del 50% de las necesidades de ACS pueden ser cubiertas por la energía solar térmica, lo que se traduce en un ahorro significativo en la factura energética.
¿Qué mantenimiento requiere una placa solar ACS?
Las placas solares ACS requieren un mantenimiento mínimo. Es recomendable revisar periódicamente el estado de los paneles solares y limpiarlos si es necesario para garantizar un rendimiento óptimo. Además, es importante comprobar el estado de los componentes del sistema, como la bomba de circulación y el controlador, y realizar las reparaciones o sustituciones necesarias.
¿Cuánto tiempo dura una placa solar ACS?
La vida útil de una placa solar ACS puede variar en función de la calidad de los materiales utilizados, el mantenimiento realizado y las condiciones ambientales. En general, se estima que una placa solar ACS tiene una vida útil de aproximadamente 20 años o más.
¿Es posible combinar una placa solar ACS con otros sistemas de calefacción?
Sí, es posible combinar una placa solar ACS con otros sistemas de calefacción, como radiadores o suelo radiante. Para ello, es necesario contar con un sistema de control que permita gestionar la demanda de calor de manera eficiente y utilizar la energía solar térmica cuando sea posible.
¿Qué ocurre en días nublados o durante la noche?
En días nublados o durante la noche, cuando la radiación solar es menor o nula, el sistema de placa solar ACS puede contar con un mecanismo de apoyo, como una resistencia eléctrica, que se encargue de calentar el agua cuando sea necesario. De esta manera, se garantiza un suministro continuo de agua caliente en todas las circunstancias.