En la actualidad, existe una creciente preocupación por el impacto negativo que las fuentes de energía no renovables tienen en el medio ambiente. La quema de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón, para generar electricidad y energía térmica, produce emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global y al cambio climático. Es por eso que cada vez más personas y países están optando por las energías renovables, que son limpias y sostenibles.
Energía solar
La energía solar es una de las fuentes de energía renovable más populares y ampliamente utilizadas en todo el entorno. Se basa en la captación de la radiación solar y su conversión en electricidad a través de paneles solares. Esta tecnología es modular, lo que significa que se puede utilizar tanto en grandes plantas de generación fotovoltaica como en pequeños sistemas para alimentar una sola vivienda o dispositivo.
La fabricación de paneles solares se puede hacer a gran escala, lo que ha permitido abaratar los costos de esta tecnología en los últimos años. Además, la energía solar es una fuente inagotable, ya que el sol es una fuente de energía renovable y se espera que dure miles de millones de años más.
Sin embargo, uno de los principales desafíos de la energía solar es su dependencia de la luz solar. Durante la noche o en días nublados, la productividad de los paneles solares disminuye significativamente. Aunque se han desarrollado sistemas de almacenamiento de energía para compensar esta limitación, todavía hay margen de mejora en este aspecto.
Energía eólica
La energía eólica es otra fuente de energía renovable que está ganando popularidad en todo el entorno. Se basa en el aprovechamiento del viento para generar electricidad a través de turbinas eólicas. Según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), a finales de 2021 había instalados 825 GW de potencia eólica en todo el entorno.
Aunque la potencia fotovoltaica instalada es mayor que la eólica, la energía del viento es más productiva. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), en 2021 se produjeron 870 TWh de electricidad mediante turbinas eólicas, más del doble que a través de las granjas solares.
La energía eólica también tiene sus desafíos. Al igual que la energía solar, depende de condiciones específicas para ser efectiva, como la velocidad y dirección del viento. Durante 2020 y 2021, a pesar del incremento en la capacidad instalada, la producción total de energía eólica disminuyó debido a períodos de viento más débil de lo normal.
Energía hidráulica
La energía hidráulica, también conocida como energía hídrica, aprovecha el movimiento del agua para generar electricidad. Esta fuente de energía renovable es la más extendida en el entorno y se ha utilizado durante más de 150 años.
La energía hidráulica se obtiene mediante la construcción de presas y el uso de turbinas que son movidas por el flujo del agua. Según IRENA, actualmente hay 230 GW de potencia hidráulica instalada en todo el entorno, con la cual se produjeron 327 TWh de electricidad en 202
China, Brasil y Canadá son los mayores productores de energía hidroeléctrica a nivel mundial. Sin embargo, estos países han experimentado una reducción en su generación debido a la sequía persistente que ha afectado el flujo de agua en los ríos donde se encuentran las presas.
La energía hidráulica se considera una fuente de energía estable y flexible, ya que permite generar electricidad de acuerdo con la demanda. A diferencia de la energía solar y eólica, que dependen de condiciones climáticas específicas, las presas hidroeléctricas pueden controlar el flujo de agua y ajustar la producción de energía según sea necesario.
Las energías renovables, como la solar, eólica e hidráulica, son limpias y sostenibles. Estas fuentes de energía no emiten gases de efecto invernadero ni contribuyen al cambio climático. Además, son renovables y no se agotarán en un futuro cercano.
Aunque cada una de estas energías renovables tiene sus desafíos, como la dependencia de las condiciones climáticas o la alteración del entorno natural, se están realizando avances constantes para superar estas limitaciones. A medida que la tecnología y la infraestructura continúen mejorando, las energías renovables se convertirán en una parte cada vez más importante de nuestra matriz energética y contribuirán a un futuro más limpio y sostenible.