La realidad es un concepto complejo y maravilloso que ha sido objeto de estudio y reflexión a lo largo de la historia. Desde la perspectiva de la física cuántica y la teoría de la energía, se plantea una visión intrigante: la realidad es solo energía. En este artículo exploraremos esta idea y su implicación en nuestras vidas.
Qué es la realidad según la física cuántica
La física cuántica plantea que las partículas elementales existen a partir de ser observadas. Según esta teoría, todo lo que nos rodea, incluyendo los seres vivos, está formado por átomos. La realidad tal como la percibimos es una construcción de nuestra mente a partir de la información que obtenemos a través de nuestros sentidos.
Según el reconocido físico cuántico José Ignacio Latorre, cada experimento a escala subatómica cuántica nos revela que solo podemos captar cierta información de las partículas, como su posición o movimiento, pero no podemos conocer su esencia. Además, al observarlas, inevitablemente las perturbamos y alteramos. Esto significa que la realidad no es algo fijo y objetivo, sino que es un concepto sutil que existe en la medida en que lo observamos. Nuestra propia mirada condiciona y crea la realidad.
Siendo conscientes de que somos energía y que nuestro cuerpo funciona a partir de la energía, surge una pregunta intrigante: ¿cómo funciona la energía en nosotros? ¿Podemos alterar nuestra realidad a través de nuestra observación?
La energía en nosotros
Nuestro cuerpo no es solo materia, sino que también es energía. Vivimos, producimos y consumimos energía constantemente. Nos relacionamos e interconectamos con los demás a través de la energía, y nuestro cerebro es el gran consumidor y productor de esta energía.
Al igual que sucede a nivel subatómico, nuestra realidad puede ser alterada por nuestra observación. En este caso, nos enfocaremos en cómo nuestros pensamientos tienen el poder de modificar nuestra realidad.
Los pensamientos son energía que se origina en nuestro cerebro a través de la sinapsis, que es la conexión entre las neuronas. Al liberar neurotransmisores, se generan cambios eléctricos que dan lugar a los impulsos nerviosos y a la transmisión de mensajes en nuestro cuerpo. Nuestros pensamientos son el resultado de una variedad de factores, como nuestras experiencias, memorias y sesgos perceptivos.
La física cuántica plantea que todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos es aparente y que el observador no solo crea la realidad, sino que también la altera. Por lo tanto, podemos modificar nuestra realidad a partir de nuestros pensamientos.
Cómo modificar nuestra realidad a través de nuestros pensamientos
El primer paso para modificar nuestra realidad es tomar consciencia de nuestros pensamientos. Debemos estar presentes en el aquí y ahora, atentos a nuestros pensamientos y a las situaciones que vivimos. Al tomar consciencia de nuestros pensamientos, podemos alterarlos y cambiar nuestra perspectiva.
Una forma práctica de gestionar nuestros pensamientos es escribirlos y leerlos posteriormente. Al escribir nuestros pensamientos, adquieren mayor fuerza y nos brindan la oportunidad de analizarlos. Llevar un diario de pensamientos y leerlo periódicamente nos permite verificar cambios en nuestra perspectiva y tomar decisiones sobre qué pensamientos son útiles y cuáles debemos modificar.
Un ejemplo ilustrativo es el caso de Mateo, quien considera que está listo para crecer en su carrera y ocupar una vacante en su empresa. Si sus pensamientos afirman con seguridad que siempre traen a alguien de afuera, es probable que asuma una actitud pasiva y resignada. En cambio, si se anima a pensar fuera de la caja y considera que él puede influir en el resultado, estará generando interna y externamente todo lo necesario para lograr su objetivo. Aunque el resultado final no dependa completamente de él, al pensar como protagonista, estará del lado del éxito y habrá avanzado en su crecimiento personal.
Nuestros pensamientos determinan nuestras acciones, y estas a su vez generan aprendizajes que influyen en nuestra forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos. Lo que imaginamos, pensamos y sentimos tiene un impacto directo en nuestra realidad.
La realidad es mucho más compleja y maravilloso de lo que podemos percibir a simple vista. Desde la perspectiva de la física cuántica, la realidad es solo energía que se materializa a partir de la observación. Nuestros pensamientos son energía que puede modificar nuestra realidad. Al tomar consciencia de nuestros pensamientos y gestionarlos de manera positiva, podemos influir en nuestra realidad y en nuestro crecimiento personal.
Tener en cuenta que este artículo solo presenta una visión general de este tema apasionante y que hay mucho más por explorar y aprender. Si te interesa profundizar en esta temática, te invito a leer más al respecto.
¡La realidad es solo energía y tenemos el poder de transformarla!