En la actualidad, estamos enfrentando una crisis energética que afecta a todos los sectores de la sociedad. La demanda de energía sigue en aumento, mientras que los recursos naturales como el gas y el petróleo se están agotando rápidamente. Esto ha llevado a buscar alternativas más limpias y sostenibles, como la generación de energía renovable a partir de desechos orgánicos.
¿Cómo se genera energía a partir de la basura?
La generación de energía a partir de desechos orgánicos se basa en un proceso llamado valorización. Este proceso consiste en utilizar los residuos que no son reciclables ni se pueden separar para producir energía. Estos desechos se llevan a plantas de biometanización, donde se transforman en biogás o se queman para generar energía.
Existen diversas tecnologías para la valorización energética de los residuos, como la incineración, la gasificación, la pirólisis, el secado térmico, la digestión anaerobia y el compostaje. La incineración de basura es ampliamente utilizada en países como Dinamarca, los Países Bajos y Estados Unidos. En España, también existen plantas incineradoras que queman alrededor del 6% de los residuos.
Uno de los ejemplos más destacados de generación de energía a partir de desechos orgánicos se encuentra en Suecia. Este país recicla el 99% de su basura y utiliza un sistema jerárquico en la gestión de residuos, priorizando la prevención, la reutilización, el reciclaje y, por último, la eliminación en el vertedero. La mayor parte de las toneladas de basura que incineran en las plantas productoras de energía son importadas desde otros países para calentar los hogares con la energía generada.
¿Cómo es el proceso de generación de energía a partir de desechos orgánicos?
El proceso comienza con la separación de los residuos por color. Las bolsas azules, que contienen plásticos, se envían a plantas de reciclaje, mientras que las bolsas verdes, con restos de alimentos, se utilizan para crear fertilizantes, compost y biogás. Las bolsas blancas van a la incineración en un horno de alta temperatura.
La incineración se realiza en hornos adecuados, donde se aprovecha el calor producido para hervir agua y mover una turbina que genera electricidad. Esta electricidad se utiliza en escuelas y alimenta la red de calefacción municipal. Después de la incineración, aproximadamente el 20% de los residuos se convierte en cenizas, las cuales son enterradas.
El éxito del sistema de generación de energía a partir de desechos orgánicos en Suecia se debe en gran medida a programas educativos que promueven el reciclaje y la valorización. Actualmente, solo el 4% de los desperdicios generados en los hogares suecos termina en vertederos, mientras que el 96% se recicla de antemano. Sin embargo, este éxito también ha traído consigo un desafío, ya que escasea la basura para producir más energía. Por esta razón, Suecia ha comenzado a importar residuos de Noruega, el Reino Unido, Irlanda e Italia.
Beneficios de la generación de energía a partir de desechos orgánicos
La generación de energía a partir de desechos orgánicos presenta numerosos beneficios tanto ambientales como económicos. Estos son algunos de los beneficios más destacados:
- Sostenibilidad: Al utilizar desechos orgánicos para producir energía, se evita el uso de recursos naturales no renovables como el gas y el petróleo.
- Reducción de emisiones: La generación de energía a partir de desechos orgánicos ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del aire.
- Aprovechamiento de residuos: En lugar de enviar los desechos a los vertederos, se les da un nuevo uso y se evita la acumulación de basura.
- Generación de empleo: La industria de generación de energía a partir de desechos orgánicos crea empleos en áreas como la recolección, el procesamiento y la operación de plantas de valorización.
- Independencia energética: Al diversificar las fuentes de energía, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles importados.
La generación de energía a partir de desechos orgánicos es una alternativa sostenible y eficiente para abordar la crisis energética actual. Este proceso, conocido como valorización, permite aprovechar los residuos que no son reciclables ni se pueden separar para producir biogás o generar energía eléctrica. Países como Suecia han logrado un alto nivel de reciclaje y valorización, importando incluso basura de otros países para satisfacer su demanda energética. La generación de energía a partir de desechos orgánicos ofrece numerosos beneficios, como la reducción de emisiones, la sostenibilidad y la generación de empleo. Es hora de aprovechar al máximo nuestros recursos y promover la transición hacia una energía más limpia y renovable.