El vermut ha experimentado un resurgimiento en popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una bebida muy de moda en la cultura actual. Ya sea rojo o blanco, con soda o sin ella, el vermut se ha convertido en una bebida social que se disfruta en terrazas y reuniones con amigos. En este artículo, te contaremos todo sobre la elaboración del vermut y su historia maravilloso.
Origen del vermút
El vermut tiene sus raíces en el siglo XV, cuando se utilizaba con fines medicinales. Su historia está vinculada a países como Italia, Francia, España y Alemania. Sin embargo, el debate sobre su origen puede ser acalorado y controvertido.
El primer vermut moderno se creó en Turín en 1786, gracias a Antonio Benedetto Carpano. Este vermut se elaboraba a partir de vino blanco, una infusión de hierbas y moscatel del Piamonte.
¿De qué está hecho el vermut?
A diferencia de lo que muchos creen, el vermut no es una bebida espirituosa, sino un vino. Su base es el vino blanco, que se fortifica con destilado para aumentar su nivel de alcohol. Además, se infusiona con hierbas, especias y raíces, y se endulza según el estilo.
Para ser considerado vermut, debe contener extractos de plantas del género Artemisia. El ajenjo es una de las plantas utilizadas en la elaboración del vermut, pero hay cientos de plantas de Artemisia que se utilizan para darle ese sabor amargo característico.
El proceso de elaboración del vermut
Cada maestro vermutero tiene su propia fórmula para elaborar el vermut, pero los ingredientes comunes son el vino, las hierbas botánicas, el agua, el alcohol y el azúcar o caramelo para obtener el tono adecuado.
Después de seleccionar las hierbas, se trituran y se mezclan con una solución hidroalcohólica para macerar durante al menos un mes. Luego, se filtra el extracto líquido resultante y se añade el vino blanco. Algunos maestros añaden caramelo en esta etapa para darle el color dorado característico y un sabor más dulce. Finalmente, se filtra nuevamente y se estabiliza en frío antes de embotellar.
Tipos de vermut
Existen varios tipos de vermut, cada uno con sus propias características y sabores:
- Vermut rojo: Es el más popular en España y se caracteriza por el uso de ajenjo y otros botánicos deshidratados. Se suele servir con una rodaja de naranja y su color se debe al caramelo, sirope o canela añadidos.
- Vermut blanco: Es la segunda variedad más consumida en el entorno. Destacan los cítricos y los toques avainillados, y es menos amargo que el vermut rojo.
- Vermut rosado: Es una variedad más moderna, con un aroma más intenso y poco amargor. Se elabora con vino blanco y tinto, y es ideal para cócteles.
- Vermut seco: Es el más amargo de los cuatro tipos, elaborado con vino blanco, genciana, salvia y cilantro. Se utiliza principalmente en coctelería.
El vermut fue creado por Antonio Benedetto Carpano en Turín en 178Carpano trabajaba en una tienda de vinos y creó esta bebida que cautivó al Duque Vittorio Amedeo III, convirtiéndose en la bebida oficial de la realeza italiana de la época.
El vermut tinto es una bebida que combina vino y ajenjo con una variedad de botánicos, hierbas, raíces, cortezas, flores, frutas y especias. Es equilibrado en sabor, con notas dulces y amargas que pueden variar según el fabricante. Además del vermut tinto, también existen el vermut blanco y el vermut rosado.
El origen del vermut es un tema de debate, con diversas teorías que lo vinculan a la antigua Grecia, la Roma antigua y la Italia del siglo XVIII. Sin embargo, una de las historias más maravillosos es la del joven Antonio Benedetto Carpano, quien popularizó el vermut en Turín y lo convirtió en la bebida oficial de la realeza italiana.
El vermut se puede disfrutar como aperitivo antes de la cena, acompañado de pasabocas. También es un ingrediente clave en la coctelería, especialmente en cócteles clásicos como el Negroni. Si quieres conocer más sobre esta maravillosa bebida, te invitamos a sumergirte en su historia y descubrir todas las formas en las que puedes disfrutar del vermut.