La estructura de una placa solar es un componente clave en los sistemas de energía solar fotovoltaica. No solo proporciona el soporte necesario para anclar los paneles solares, sino que también permite ajustar la inclinación y orientación de los mismos para maximizar la captación de radiación solar. En este artículo, exploraremos los materiales utilizados en las estructuras de placas solares y cómo elegir la estructura adecuada para tu sistema.
¿Qué materiales se utilizan para las estructuras de las placas solares?
Existen varios materiales comunes utilizados en las estructuras de las placas solares:
- Aluminio: El aluminio es ampliamente utilizado debido a su facilidad de mecanización, resistencia y bajo peso. Se recomienda que el aluminio utilizado sea anodizado, ya que ofrece una mejor resistencia a la corrosión y un acabado más estético que el aluminio crudo estándar.
- Hierro: El hierro está disponible en una amplia gama de dimensiones, formas y grosores. Sin embargo, es importante someterlo a un proceso de galvanizado para conferirle propiedades anticorrosivas. Un baño galvánico con un grosor de al menos 100 micras garantizará una protección adecuada.
- Acero inoxidable: Este material es especialmente adecuado para ambientes salinos. Si se utiliza acero inoxidable como estructura, es importante evitar el contacto directo con el marco de los paneles solares de aluminio, ya que esto puede causar una corrosión galvánica significativa en entornos salinos.
Importancia de la inclinación y orientación en la estructura de las placas solares
La inclinación y orientación de los paneles solares son factores críticos para maximizar la generación de energía. La orientación óptima para los paneles solares en el hemisferio norte es hacia el sur, ya que esta posición permite aprovechar la radiación solar durante todo el día.
La inclinación óptima de la estructura de las placas solares varía según la latitud del lugar de instalación y el período de diseño del sistema. A continuación, se presentan algunos valores recomendados de inclinación en función del período de uso predominante:
Demanda constante anual:
La inclinación óptima en grados es igual a la latitud geográfica en grados menos (Inclinación óptima = latitud - 10)
Demanda preferente en invierno:
La inclinación óptima en grados es igual a la latitud geográfica en grados más (Inclinación óptima = latitud + 10)
Demanda preferente en verano:
La inclinación óptima en grados es igual a la latitud geográfica en grados menos 20. (Inclinación óptima = latitud - 20)
Por ejemplo, si nos encontramos en Albacete con una latitud de 39 grados, la inclinación óptima para un sistema de demanda constante anual sería de 29 grados.
Tener en cuenta las condiciones climáticas del lugar de instalación al elegir la estructura de las placas solares. Si el área es propensa a fuertes vientos, se debe reforzar la estructura y aumentar el número de fijaciones. Además, en áreas donde se acumula nieve, se recomienda una inclinación mayor para evitar su acumulación y sobrecarga en la estructura.
Si tienes dudas sobre la elección de la estructura adecuada para tu sistema de paneles solares, no dudes en consultar a nuestro departamento técnico. Estaremos encantados de asesorarte sin compromiso.
Consultas habituales
¿Por qué es importante la estructura de las placas solares?
La estructura de las placas solares es esencial para anclar los paneles solares de manera segura y proporcionar la inclinación y orientación adecuadas para maximizar la captación de radiación solar.
¿Cuáles son los materiales más utilizados en las estructuras de las placas solares?
Los materiales más comunes utilizados en las estructuras de las placas solares son el aluminio, el hierro y el acero inoxidable.
¿Cómo se determina la inclinación óptima de la estructura de las placas solares?
La inclinación óptima de la estructura de las placas solares depende de la latitud del lugar de instalación y el período de uso predominante del sistema. Se recomiendan diferentes valores de inclinación según la demanda constante anual, la demanda preferente en invierno o la demanda preferente en verano.