Entra en vigor la energía solar: fin del impuesto al sol en españa

En los últimos años, la energía solar ha ido ganando terreno como una opción cada vez más viable y rentable en el campo de las energías renovables. Sin embargo, en España, esta forma de energía se vio afectada por el impuesto al sol, un gravamen fiscal que generó mucha controversia y desventajas para el autoconsumo. Afortunadamente, este impuesto ha sido derogado recientemente, lo que ha dado paso a un nuevo impulso para la entrada en vigor de la energía solar en el país.

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¿Qué era el impuesto al sol?

El impuesto al sol fue un gravamen fiscal que estuvo en vigencia en España desde el año 201Este impuesto regulaba la forma en que se debía realizar cualquier instalación de autoconsumo, como por ejemplo, la instalación de paneles solares en viviendas particulares.

Una de las principales críticas a este impuesto radicaba en el hecho de que con la instalación de energía solar se reducen las pérdidas en el transporte de energía, ya que estas instalaciones son locales y no provienen de una fuente centralizada. A pesar de que el autoconsumo supone un ahorro en los costes de transporte, el Estado argumentaba que existían costes fijos asociados al mantenimiento de las redes eléctricas, supervisión, etc.

Por lo tanto, se estableció que los productores de energías renovables debían aportar financiación al sistema eléctrico de la misma manera que los consumidores convencionales. Esto significa que los costes de mantenimiento y supervisión de las redes eléctricas eran asumidos directamente por los consumidores de energías renovables.

¿Quiénes debían pagar el impuesto al sol?

Durante el tiempo que estuvo en vigencia, el impuesto al sol debía ser pagado por los consumidores que tuvieran un sistema de producción fotovoltaica en sus hogares. Este impuesto se aplicaba en dos conceptos:

  • Potencia instalada: se aplicaba a las instalaciones que contaban con baterías para almacenar la energía sobrante, así como a las instalaciones con una potencia superior a 100 kW.
  • Energía autoconsumida: se aplicaba a la diferencia entre la energía producida y el excedente suministrado a la red eléctrica general.

Es importante destacar que existían algunas excepciones a este impuesto. Por ejemplo, las instalaciones con una potencia menor de 10 kW, las instalaciones ubicadas en Canarias, Ceuta y Melilla, las instalaciones de cogeneración y frenado de trenes, y las instalaciones de autoconsumo no conectadas a la red estaban exentas de pagarlo. Sin embargo, en Baleares no estaban exentos de pagarlo, aunque los propietarios recibieron desgravación fiscal.

¿Cómo se pagaba el impuesto al sol?

El impuesto solar se pagaba a través de la factura de la luz. El consumidor cancelaba la factura a la comercializadora y esta trasladaba la cuantía merecida a la distribuidora, quien a su vez la ingresaba en el sistema eléctrico.

¿Por qué se eliminó el impuesto al sol?

El impuesto al sol fue derogado mediante el Real Decreto-ley 15/2018 por el gobierno de Pedro Sánchez. Esta decisión se tomó por varias razones:

  • Doble cobro: el impuesto al sol encarecía de forma arbitraria una factura de por sí cara, ya que se cobraba tanto al productor de energía solar como a la empresa que vendía esa energía al consumidor final.
  • Excesiva burocracia: la eliminación del impuesto también se basó en la necesidad de simplificar los trámites burocráticos. Por ejemplo, se eliminó la inscripción en el registro de producción de energía para instalaciones que no superaran los 100 kilovatios.
  • Dependencia energética: el impuesto al sol supuso un obstáculo para la instalación de energías renovables en un país con una gran dependencia energética como España. A pesar de ser uno de los países con mayor potencial solar de Europa, la aplicación de este impuesto desincentivó la inversión en energía solar, especialmente por parte de las empresas.
  • Directrices europeas: la derogación del impuesto al sol también estuvo influenciada por las directrices de la Unión Europea, que consideró que este impuesto era ilegal.

¿Qué ventajas ha tenido el fin del impuesto al sol?

Después de tres años de polémica, el Congreso de Diputados reconoció el derecho al autoconsumo de energía eléctrica y se derogó el impuesto al sol. Esto ha dado lugar a una serie de medidas destinadas a fomentar el autoconsumo, como la compensación de excedentes a los pequeños consumidores, la reducción de trámites administrativos, la posibilidad de realizar autoconsumo colectivo en comunidades de propietarios o empresas, y deducciones fiscales del 20% en el IRPF para la instalación de equipos de autoconsumo.

Los grandes beneficiarios de la abolición del impuesto al sol son los grandes consumidores domésticos, las pequeñas, medianas y grandes empresas que apuestan por las energías renovables. Además, se ha observado un aumento en la instalación de paneles solares, ya que el periodo de amortización se ha reducido de cinco a siete años y medio.

La eliminación del impuesto al sol ha supuesto un impulso importante para la entrada en vigor de la energía solar en España. Esta forma de energía renovable se presenta como una opción cada vez más atractiva, rentable y sostenible, contribuyendo así a la transición hacia un modelo energético más limpio y respetuoso con el medio ambiente.

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