Historia y aplicaciones de la energía solar térmica

La energía solar térmica es una forma de aprovechar la radiación solar para generar calor. Su historia se remonta a las civilizaciones griegas y romanas del siglo III a.C., donde se utilizaba la concentración de los rayos del sol para obtener fuego. En sus rituales religiosos, se empleaban antorchas que se encendían gracias a un recipiente de forma parabólica expuesto al sol. A medida que se iba obteniendo más información sobre la energía solar, se desarrollaron diferentes aplicaciones y tecnologías.

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Orígenes e historia de la energía solar térmica

Los primeros indicios de la historia de la energía solar térmica se remontan a las civilizaciones griegas y romanas del siglo III a.C. Durante esta época, se utilizaba la concentración de los rayos del sol para obtener fuego. En sus rituales religiosos, se empleaban antorchas que se encendían gracias a un recipiente de forma parabólica expuesto al sol. A medida que se iba obteniendo más información sobre la energía solar, se desarrollaron diferentes aplicaciones y tecnologías.

Una de las aplicaciones más eficientes en la historia de la energía solar térmica fue desarrollada por Arquímedes en Siracusa. Durante un combate militar, dispuso una serie de espejos a lo largo de las murallas de la ciudad. Estos espejos se orientaban de forma que recibieran los rayos del sol y apuntaran hacia las naves romanas, concentrando el calor en ellas y logrando que ardieran en poco tiempo.

En el siglo XIX, se logró producir vapor y calor industrial a partir de los rayos del sol gracias a la creación de un concentrador de seis kilómetros de diámetro. Este fue un paso importante en la historia de la energía solar térmica, ya que marcó el inicio de las primeras aplicaciones prácticas.

Primeras aplicaciones en la historia de la energía solar térmica

En 1767, Horace de Saussure inventó la caja caliente, que consistía en una caja acristalada con un interior pintado de negro. Esta caja permitía retener el calor del sol y alcanzar temperaturas de hasta 109º. Este invento fue el precursor de los calentadores solares de placa plana, que permitieron a millones de personas disfrutar de agua caliente solar en sus hogares.

En los años posteriores, se desarrollaron hornos solares para la cocción de alimentos y se continuó avanzando en la destilación del agua marina y la fundición de metales utilizando energía solar térmica.

En el siglo XIX, en Estados Unidos se comenzaron a utilizar las cajas pintadas de negro como alternativas a los calentadores de carbón o gas. En 1891, se patentó el primer calentador de agua climax, que combinaba la caja caliente con tanques expuestos al sol. Este sistema evolucionó a lo largo de la historia de la energía solar térmica hasta llegar a los sistemas actuales.

El auge de la energía solar térmica

Con el aumento de la conciencia ambiental y la escasez de combustibles fósiles, el uso de la energía solar térmica ha ido en aumento. Principalmente, se utiliza para la calefacción y la obtención de agua caliente sanitaria en el ámbito doméstico.

La historia de la energía solar térmica ha evolucionado hasta distinguir tres tipos diferentes: baja temperatura, media y alta. Los colectores vidriados planos, también conocidos como paneles solares, son los más utilizados comercialmente. Sus principales aplicaciones son en edificios para calefacción, agua caliente sanitaria y calentamiento de piscinas, así como en instalaciones industriales y agropecuarias.

La energía solar térmica en España

En España, la energía solar térmica ha experimentado un crecimiento en las últimas décadas. Con normativas que obligan a la instalación de placas solares en determinadas edificaciones, su uso se ha extendido. Aunque la crisis económica y la falta de inversión en investigación y desarrollo han limitado su potencial.

El país cuenta con muchas horas de sol, lo que lo convierte en una región ideal para aprovechar la energía solar térmica. Con el Acuerdo 20/20/20 de la Unión Europea, España debe aumentar el uso de fuentes de energías renovables y reducir el consumo de combustibles fósiles. Aunque los plazos para acceder a subvenciones y ayudas por la instalación de placas solares varían según la comunidad autónoma, aún es posible beneficiarse de ellas.

Beneficios de contar con energía solar térmica en casa

La energía solar térmica ofrece diversos beneficios tanto para el medio ambiente como para los usuarios. Al ser una energía limpia e inagotable, contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y no depende de recursos no renovables. Además, su instalación puede ser subvencionada y permite ahorrar en el consumo de otros combustibles. Aunque la inversión inicial puede ser elevada, a medio plazo se recupera y se disfruta de un precio constante en la generación de calor.

¿Qué sistemas de calefacción se pueden combinar con energía solar térmica?

La energía solar térmica se puede combinar con diferentes sistemas de calefacción, como radiadores, suelo radiante, bombas de calor y calderas de gas o gasóleo. La combinación de estos sistemas permite aprovechar al máximo la energía solar y garantizar una calefacción eficiente y sostenible en el hogar.

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