La combustión solar es un proceso innovador que busca utilizar la energía solar para generar combustible a partir de CO2 y vapor de agua. Esta tecnología, conocida como combustión inversa, tiene como objetivo principal la producción de hidrocarburos líquidos a partir de la energía solar concentrada. Este proceso se basa en reacciones redox en óxidos metálicos a altas temperaturas, y su desarrollo está siendo investigado por el Instituto IMDEA Energía en el marco del proyecto SUN-to-LIQUID.
¿Qué es la combustión solar?
La combustión solar es un proceso en el cual se utiliza la energía solar concentrada para convertir el CO2 y el vapor de agua en gas de síntesis, que es una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono. Este gas de síntesis puede ser utilizado para producir diferentes tipos de combustibles sintéticos, como queroseno, metanol, gasolina, diésel, entre otros. La tecnología de combustión solar tiene como ventaja principal el hecho de que consume CO2 atmosférico, lo que la convierte en un proceso con baja huella de carbono.
Proceso de combustión inversa
El proceso de combustión inversa se basa en la aplicación cíclica de reacciones redox en óxidos metálicos a altas temperaturas. En una primera etapa, la energía solar concentrada se utiliza para convertir el CO2 y el vapor de agua en gas de síntesis. En una segunda etapa, este gas de síntesis se transforma en queroseno utilizando la técnica Fischer-Tropsch. Este queroseno sintético puede ser utilizado como combustible para aviación, automóviles y otros medios de transporte.
La tecnología de combustión inversa tiene como objetivo principal la producción de queroseno, debido a que el transporte aéreo requiere de combustibles de alta densidad energética para operar de manera eficiente. Aunque existen tecnologías como los motores eléctricos y el hidrógeno que pueden ser utilizados en el transporte terrestre, en la aviación todavía se necesitan hidrocarburos a medio y largo plazo.
Beneficios de la combustión con energía solar
La combustión con energía solar tiene varios beneficios importantes. En primer lugar, permite obtener combustibles sintéticos utilizando CO2 atmosférico, lo que contribuye a reducir las emisiones de carbono. Además, la producción de combustibles sintéticos a partir de energía solar aumenta la seguridad del suministro de energía y convierte uno de los principales gases de efecto invernadero en un recurso valioso.
Otro beneficio de la combustión con energía solar es su versatilidad. El gas de síntesis producido en la primera etapa del proceso puede ser utilizado para producir diferentes tipos de combustibles líquidos, como metanol, gasolina, diésel e incluso plásticos.
Desafíos y futuro de la tecnología
Aunque la tecnología de combustión con energía solar tiene un gran potencial, todavía se necesitan avances en la eficiencia de la producción de combustible y una reducción de costes para que pueda ser implementada a escala industrial. Se estima que la tecnología podría estar lista para su uso comercial en unos 10 a 15 años.
El proyecto SUN-to-LIQUID, en el cual el Instituto IMDEA Energía está trabajando, tiene como objetivo validar experimentalmente toda la cadena de procesos termoquímicos utilizando energía solar real. Este proyecto se enfoca inicialmente en la producción de queroseno, pero en el futuro podría ser utilizado para producir otros tipos de combustibles sintéticos.
La combustión con energía solar es una tecnología innovadora que busca utilizar la energía solar para generar combustible a partir de CO2 y vapor de agua. Esta tecnología, conocida como combustión inversa, tiene como objetivo principal la producción de hidrocarburos líquidos utilizando energía solar concentrada. Aunque todavía se necesitan avances en la eficiencia y reducción de costes, la combustión con energía solar tiene el potencial de convertirse en una fuente de combustibles limpios y abundantes para la aviación, automóviles y otros medios de transporte.