La energía solar en Argentina ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años. En 2020, el país contaba con una capacidad instalada de 0,7 GW, lo que lo posiciona como el 42º productor mundial. La mayoría de las instalaciones solares en Argentina se centran en la generación de energía eléctrica aportada al sistema argentino de interconexión (S.A.D.I.). Sin embargo, también se utilizan paneles fotovoltaicos individuales para abastecer la demanda de viviendas y edificaciones aisladas de la red eléctrica.
Paneles de energía fotovoltaica
La energía fotovoltaica consiste en aprovechar la energía electromagnética contenida en la luz solar y convertirla en energía eléctrica a través de celdas solares fotovoltaicas. Estos paneles solares son los encargados de captar la radiación solar y transformarla en electricidad. En Argentina, se han implementado numerosos proyectos de paneles fotovoltaicos para generar energía limpia y sostenible.
En el año 1988, se realizó una de las primeras instalaciones de paneles solares en la zona de Cumbrecita, provincia de Córdoba. Desde entonces, se han instalado numerosos equipos de baja potencia en viviendas rurales, complementando los generadores convencionales y proporcionando energía en lugares alejados de las redes de distribución.
Además, en el año 2000 se implementó el programa PERMER (Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales), que tiene como objetivo facilitar el acceso a la energía en poblaciones rurales dispersas. Mediante este programa, se han entregado equipos solares a más de 25,000 usuarios residenciales y se proyecta alcanzar a 120,000 usuarios rurales en total.
Energía termosolar
La energía termosolar es otra forma de aprovechar la energía solar en Argentina. Consiste en convertir la energía radiactiva en calor, que luego se utiliza para diferentes fines, como la obtención de agua caliente o el acondicionamiento térmico de espacios cerrados.
Existen diferentes tipos de equipos termosolares, que se clasifican según la temperatura de aprovechamiento. Los equipos de alta temperatura, como las torres parabólicas, pueden alcanzar temperaturas superiores a los 4000° y se utilizan en grandes instalaciones. Los equipos de mediana temperatura, que llegan hasta los 300°, utilizan tubos colectores parabólicos. Por último, los equipos de baja temperatura, que llegan hasta los 100°, se emplean principalmente para la obtención de agua caliente para uso sanitario o calefacción de ambientes.
Argentina cuenta con un laboratorio de evaluación de colectores y equipos solares térmicos, que permite observar el rendimiento y la producción de energía de estos equipos, así como realizar ensayos bajo lineamientos de normas internacionales.
Plantas de energía solar de gran escala
Argentina tiene un gran potencial para la generación de energía eléctrica a partir del sol, especialmente en el noroeste argentino y en la región de Cuyo, donde la irradiación horizontal global oscila entre 2400 y 2700 kWh/m². La disminución de los costos de generación de energía fotovoltaica, sumado al desarrollo de tecnologías más eficientes, ha hecho que estas formas de generación de energía sean cada vez más competitivas en comparación con las plantas convencionales basadas en combustibles fósiles.
Hasta mayo de 2019, existían 18 parques solares en operación comercial en Argentina. Uno de los más destacados es el Parque Solar Caucharí, ubicado en Jujuy, que cuenta con una potencia instalada de 300 MW y es el más grande de Latinoamérica en su región.
Además, hay varios proyectos de plantas solares en desarrollo o construcción en el país, lo que demuestra el crecimiento y el interés por la energía solar en Argentina.
La energía solar en Argentina ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, tanto en instalaciones de pequeña escala como en plantas de gran escala. Los paneles fotovoltaicos y los equipos termosolares son utilizados para generar energía limpia y sostenible, tanto para abastecer la demanda de viviendas aisladas como para contribuir al sistema eléctrico nacional. Con un gran potencial de irradiación solar, Argentina se posiciona como un país con un futuro prometedor en el desarrollo de energías renovables.