El calor tiene un impacto significativo en el rendimiento de las placas solares. Durante una ola de calor, las placas fotovoltaicas pueden generar menos electricidad de lo habitual. Esto se debe a que el calor afecta negativamente la eficiencia de las células solares, lo que resulta en una disminución del rendimiento de las placas. En promedio, se estima que el rendimiento de las placas solares se reduce en un 12% por cada grado que la temperatura supere los 25 grados Celsius.
¿Cómo afecta el calor a las placas solares?
Las placas solares están diseñadas para funcionar óptimamente a una temperatura de 25 grados Celsius. Sin embargo, durante una ola de calor, la temperatura en los tejados donde se instalan las placas puede llegar a ser mucho más alta, incluso hasta 70 u 80 grados Celsius. Esta alta temperatura provoca una caída en el rendimiento de las placas debido a un coeficiente de reducción de rendimiento que aumenta por cada grado que la temperatura supera los 25 grados.
Por ejemplo, si las placas solares estuvieran a 70 grados Celsius, la reducción del rendimiento sería de aproximadamente un 15%. Esto significa que una instalación típica de autoconsumo de 5 kilovatios podría ver su potencia reducida a 300 kilovatios durante una ola de calor.
Consecuencias del rendimiento reducido en días calurosos
El rendimiento reducido de las placas solares durante días calurosos puede tener varias consecuencias. En primer lugar, los hogares que dependen en gran medida de la energía solar autoproducida pueden experimentar una disminución en la cantidad de electricidad generada, lo que los obliga a recurrir más a la red eléctrica convencional. Esto puede resultar en un aumento en el costo de la factura de electricidad.
Además, el rendimiento reducido de las placas solares durante una ola de calor también afecta a las baterías de los coches eléctricos. Las altas temperaturas pueden causar estrés en las baterías y dificultar su funcionamiento adecuado. Por lo tanto, es importante mantener las baterías de los coches eléctricos frescas durante los días calurosos para evitar problemas de rendimiento.
Recomendaciones para mitigar el impacto del calor en las placas solares
Existen algunas medidas que se pueden tomar para mitigar el impacto del calor en el rendimiento de las placas solares. En primer lugar, es recomendable instalar una potencia suficiente para evitar problemas de arranque en las placas. Los inversores, que convierten la corriente continua producida por las placas en corriente alterna utilizable, generalmente requieren al menos 100 voltios para arrancar. Si el rendimiento de las placas se ve reducido debido al calor, es posible que no se alcance esta cantidad de voltaje necesaria para el arranque.
Otra recomendación es cargar las baterías de los coches eléctricos durante las horas más frescas del día, como por la mañana temprano o por la noche. Esto ayuda a evitar que la recarga de la batería se vea afectada negativamente por la alta temperatura ambiente. También es aconsejable evitar aceleraciones y frenazos bruscos, así como mantener una velocidad moderada durante la conducción. Estas medidas ayudarán a reducir la carga de trabajo de la batería y a mantenerla en mejores condiciones durante los días calurosos.
Impacto en la demanda nacional de electricidad
El rendimiento reducido de las placas solares durante una ola de calor también tiene un impacto en la demanda nacional de electricidad. Durante los días de mayor consumo eléctrico, como los días calurosos, se requiere más electricidad de la red convencional para satisfacer la demanda. Esto implica un mayor uso de combustibles fósiles, como el gas, para generar electricidad adicional. Aunque las energías renovables, como la eólica y la fotovoltaica, están reduciendo gradualmente la dependencia del gas en la generación de electricidad, en momentos de alta demanda, sigue siendo necesario recurrir a fuentes convencionales de energía.
El calor tiene un impacto significativo en el rendimiento de las placas solares. Durante una ola de calor, las placas solares pueden generar menos electricidad debido a la disminución de la eficiencia de las células solares. Esto puede resultar en un aumento en el consumo de electricidad de la red convencional y en una mayor demanda de combustibles fósiles para satisfacer esa demanda. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, las placas solares siguen siendo una fuente de energía limpia y renovable con múltiples beneficios ambientales y económicos.